Los Humanos Paleolíticos Pueden Haber Inventado La Ropa Interior Hace 40.000 Años

La invención de las agujas de coser con ojos provocó un auge en la vestimenta íntima. Crédito: Gilligan et al, 2024
 

Ya sea que prefieras unos calzoncillos, un tanga o incluso un suspensorio, las prendas con las que proporcionas comodidad a tu zona privada pueden descender de un par de prendas interiores ancestrales que se usaron por primera vez en una gélida cueva siberiana hace 40.000 años. Al menos, esa es la conclusión de un nuevo análisis de las primeras agujas de coser con ojos del mundo, que se remontan al Último Máximo Glacial en la famosa Cueva Denisova.

Como señalan los investigadores, los humanos confeccionaban ropa utilizando punzones de hueso, que son esencialmente agujas sin ojos, desde hace al menos 70.000 años. Sin embargo, la producción posterior de agujas con ojos habría sido un proceso que requería mucha mano de obra para los antiguos cazadores-recolectores, lo que planteaba preguntas sobre por qué se molestarían en tomarse tantas molestias cuando los punzones eran perfectamente suficientes para fabricar trajes básicos.

Es revelador que la aparición de estas herramientas de costura más sofisticadas en la cueva de Denisova, que fue ocupada por denisovanos, neandertales y humanos modernos durante un período de alrededor de 100.000 años, coincide con una caída drástica de las temperaturas globales durante la Edad del Hielo. A medida que comenzó la helada, es posible que la gente haya necesitado usar más capas, y la producción de agujas con ojo puede haber permitido una “costura más refinada y eficiente”, facilitando así la creación de ropa interior que salva vidas.

"La eficacia de añadir capas adicionales para mejorar el aislamiento se deriva del principio térmico básico de la ropa, es decir, atrapar el aire cerca de la superficie de la piel para reducir la tasa de pérdida de calor por convección", escriben los autores del estudio. "Es evidente una asociación entre las agujas con ojo y una necesidad fisiológica de ropa ajustada térmicamente más efectiva", continúan, y agregan que "se ha postulado un vínculo con la ropa interior".

Lamentablemente, sin embargo, admiten que “a pesar de la lógica, la evidencia convincente de la existencia de ropa interior a finales del Pleistoceno es escasa”.

Añadiendo una capa adicional a su teoría, los investigadores continúan diciendo que la necesidad de cubrirse tendría posibilidades limitadas de autoexpresión a través de la decoración corporal. Antes de este punto de la historia, los humanos tendían a embellecer su piel con ocre rojo, tatuajes y cicatrices deliberadas con una variedad de propósitos simbólicos, ninguno de los cuales habría sido visible a través de la ropa.

Marcas de punción compatibles con perforaciones en cuero en un fragmento de hueso en Canyars, Cataluña, que datan del 39.600 cal A.P.  Barras de escala, 1 cm. Foto: L. Doyon, F. d'Errico.

Por lo tanto, los investigadores sugieren que las agujas de coser con ojos también podrían haber permitido a los humanos antiguos crear ropa más elaborada, permitiéndoles expresarse y comunicarse a través de la moda en lugar del arte corporal.

"Las agujas con ojos como herramientas son un avance importante en la prehistoria porque documentan una transición en la función de la ropa de fines utilitarios a sociales", explicó el autor del estudio, el Dr. Ian Gilligan, en un comunicado. "Las agujas con ojo habrían sido especialmente útiles para la costura muy fina que se requería para decorar la ropa".

En su artículo, los investigadores especulan que dichas decoraciones pueden haber implicado la fijación de cuentas de concha o adornos de piel a prendas de piel de animales.

"Los beneficios de fabricar agujas con ojos (que facilitan una costura más fina a mano y hacen que la tarea de coser sea más eficiente) pueden referirse al adorno de la ropa y también a la necesidad de ropa interior en conjuntos de prendas de varias capas", escriben.

"Estos dos objetivos diferentes coinciden en realidad, ya que la necesidad térmica de la ropa interior corresponde a un uso más completo y continuo de la ropa, lo que, a su vez, favorecería un paso de decorar la superficie de la piel a adornar la superficie más visible de la ropa", añade los autores del estudio.


El estudio se publica en la revista Science Advances.

0/Post a Comment/Comments

Artículo Anterior Artículo Siguiente