Nuestras Células Tienen Frecuencias Resonantes Y Es Posible Que Podamos Escucharlas

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

 Aunque se sospechaba desde hace mucho tiempo, los investigadores ahora parecen haber confirmado que las células humanas tienen frecuencias resonantes: tasas de vibración que coinciden con su frecuencia natural y que hacen que las células vibren con una amplitud mayor.

Esta investigación se ha centrado en observar el movimiento de micro voladizos, pequeñas vigas que no están soportadas en un extremo. Pueden doblarse o vibrar cuando se les aplica una carga, lo que los convierte en sensores biomecánicos útiles.

Investigaciones anteriores que examinaron otras características de las células habían descubierto que los microvoladizos se habían movido de maneras inesperadas, lo que llevó a los científicos a la hipótesis de que las células colocadas sobre ellos vibraban a una frecuencia resonante, lo que provocaba que los voladizos se movieran.

Sin embargo, el alcance de lo que descubrieron fue inesperado. "Nunca podríamos imaginar que una célula viva... pudiera vibrar así", dijo el autor del estudio, Javier Tamayo, en declaraciones a New Scientist.

Usando un microvoladizo de 50 micrómetros por 270 nanómetros hecho de silicio y oro, los investigadores recogieron células mamarias humanas individuales de un plato y midieron el movimiento del voladizo y las células usando el reflejo de un láser.

Los investigadores creen que las células humanas tienen frecuencias de resonancia entre 10 y 30 y entre 150 y 180 kilohercios. Imagen de Pete Linforth en Pixabay

Descubrieron que el proceso de recoger las células no sólo las hacía vibrar, sino que su vibración a su vez hacía vibrar el microvoladizo, lo que indica que las células tenían frecuencias resonantes. Los investigadores estimaron que uno de estos rangos estaba entre 10 y 30 kilohercios, y el otro entre 150 y 180 kilohercios.

La primera de las frecuencias anteriores está justo en el límite entre el sonido audible y el ultrasonido; aunque es bastante improbable, a menos que te encuentres en la habitación más silenciosa del mundo, esto significa que, en teoría, es posible escuchar nuestras células.

Más allá de escuchar lo que nuestras células tienen que decir (en esta época del año, probablemente algo como: "¡Por favor, no otro pastel de carne!"), los hallazgos de este estudio podrían terminar siendo bastante útiles. Como escriben los autores: "Estos resultados abren múltiples vías en nuestra comprensión de la mecanobiología unicelular y abren la puerta a la espectrometría vibratoria de células vivas en condiciones fisiológicas".

También existe la posibilidad de que se utilicen para detectar y tratar enfermedades. Aunque no participó en el estudio, John Allen, profesor asociado en el departamento de ingeniería mecánica de la Universidad de Hawai en Mānoa, dijo a New Scientist que más investigaciones podrían ayudarnos a detectar cambios en las frecuencias de resonancia de las células afectadas por enfermedades. Yun-Feng Xiao, de la Universidad de Pekín (China), añadió que también podría allanar el camino para utilizar las frecuencias resonantes de las células contra ellas, destruyendo selectivamente las células enfermas con ondas sonoras.

Esas son cosas bastante emocionantes.


El estudio ha sido aceptado para su publicación en PRX Life.

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