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En su punto máximo, la Reserva Estratégica de Petróleo contenía 726,6 millones de barriles de petróleo. |
Casi 400 millones de barriles de petróleo se encuentran actualmente en docenas de profundas cavernas subterráneas en el sur profundo de Estados Unidos. Se les conoce como la Reserva Estratégica de Petróleo (RPP) y sirven como una pieza clave en el polémico juego geopolítico.
Distribuido en 61 cavernas en Texas y Luisiana a lo largo de la Costa del Golfo, este depósito subterráneo contiene actualmente 396,4 millones de barriles de petróleo crudo, según estadísticas oficiales del 28 de marzo de 2025. Actualmente, tiene una capacidad máxima de 714 millones de barriles, aunque históricamente ha almacenado incluso más. La capacidad alcanzó su punto máximo en diciembre de 2009, con un récord de 726,6 millones de barriles.
Los depósitos se encuentran entre 610 y 1219 metros (de 2000 a 4000 pies) bajo la superficie terrestre, en domos de sal, vastas formaciones subterráneas formadas por el lento ascenso de la sal a través de las capas rocosas suprayacentes. Estos domos ofrecen un entorno seguro que previene fugas y contaminación, lo que los convierte en una opción ideal para el almacenamiento de crudo. Además, aparentemente, son mucho más económicos que construir domos artificiales de almacenamiento o excavar cavernas.
El petróleo no se queda aquí inactivo. Millones de barriles entran y salen regularmente para mantener estratégicamente la sólida posición de Estados Unidos, tanto a nivel nacional como internacional (al menos, esa es la idea).
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Mapa que muestra la ubicación de las Reservas Estratégicas de Petróleo en Texas y Luisiana, EE. UU., en 2018. Crédito de la imagen: Departamento de Energía de EE. UU. (Dominio público) |
Las Reservas Estratégicas de Petróleo (SPR) se crearon tras la crisis energética de 1973, cuando una coalición de estados árabes impuso un estricto embargo contra Estados Unidos y otros países que habían apoyado a Israel durante la Guerra del Yom Kipur de 1973. Esta audaz medida provocó una conmoción en la economía mundial (precios desorbitados, turbulencia económica y largas colas en las gasolineras) e hizo que Estados Unidos se diera cuenta de su vulnerabilidad ante las perturbaciones en el suministro de petróleo extranjero.
En respuesta, el gobierno creó la Reserva de Reserva de Petróleo (SPR) como reserva de petróleo de emergencia para protegerse ante interrupciones del suministro causadas por desastres naturales, conflictos geopolíticos, cierres de rutas comerciales, inestabilidad en los mercados internacionales, etc. Las compañías petroleras privadas cuentan con sus propias reservas de emergencia que pueden resistir los embates de una escasez de suministro, pero nada de esta magnitud.
Administrada por el Departamento de Energía de EE. UU., la SPR puede liberar petróleo al mercado estadounidense para aliviar la escasez y bajar los precios, o venderlo a otros países cuando sea estratégicamente necesario. Por ejemplo, tras el huracán Katrina en 2005, la reserva liberó 20,8 millones de barriles para compensar las interrupciones del suministro y estabilizar los precios. Si el gobierno no hubiera tomado esa medida, los estadounidenses probablemente habrían tenido que pagar más en la gasolinera.
En las últimas décadas se han producido docenas de liberaciones de la SPR, al menos cuatro de las cuales provinieron directamente de órdenes presidenciales. La más reciente tuvo lugar en marzo de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania, cuando Estados Unidos se coordinó con otros 30 países para liberar 60 millones de barriles de petróleo de sus reservas estratégicas, con la mitad de la carga aportada por Estados Unidos. Esta acción colectiva tuvo como objetivo estabilizar los mercados energéticos mundiales en medio de importantes interrupciones del suministro causadas por Rusia, un importante proveedor mundial de combustibles fósiles.
Sin embargo, todo el sistema en torno a la SPR recibe numerosas críticas desde diversos ángulos. Algunos argumentan que es ineficiente y está mal organizado. Esto se puso de manifiesto en octubre de 2000, cuando la SPR subastó asignaciones significativas a empresas más pequeñas y relativamente desconocidas con poca o ninguna experiencia en los mercados petroleros. Otros han afirmado que se ha utilizado para maniobras políticas egoístas. Por ejemplo, algunos comentaristas acusaron al presidente Biden de ordenar liberaciones de emergencia en 2022 para bajar los precios de la gasolina y congraciarse con los votantes antes de las elecciones de mitad de mandato.
A medida que el panorama energético mundial cambia y los asuntos internacionales se vuelven cada vez más confusos, algunos expertos están empezando a preguntarse si el SPR necesita una renovación masiva o una revisión total.
Fuente: https://www.iflscience.com/why-the-us-government-has-400-million-barrels-of-crude-oil-in-caves-beneath-texas-and-louisiana-78650