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¡Para chuparse los dedos! Carne de pollo cultivada creciendo en el biorreactor. Crédito: Shoji Takeuchi / Universidad de Tokio |
Científicos han creado trozos de carne de pollo del tamaño de nuggets en un biorreactor que imita los vasos sanguíneos para transportar nutrientes y oxígeno al tejido artificial. Esto podría llevar el concepto de "alimentos procesados" a un nuevo nivel, pero los investigadores sugieren que su tecnología ofrece una "alternativa sostenible y ética a la carne convencional".
Crear tejidos realistas en un laboratorio no es fácil, especialmente cuando se trata de garantizar que todas las células reciban suficientes nutrientes y oxígeno. Existen soluciones, pero la mayoría de los métodos actuales no permiten distribuirlos de forma uniforme a gran escala.
Para solucionar esto, investigadores de la Universidad de Tokio desarrollaron una nueva herramienta llamada biorreactor de fibra hueca perfundible. El sistema utiliza diminutas fibras tubulares que actúan como vasos sanguíneos artificiales, distribuyendo nutrientes y oxígeno por todo el tejido. Estas fibras no solo mantienen vivas las células, sino que también ayudan a guiar su crecimiento en la dirección correcta, gracias a las "microanclas" que lo mantienen todo en su lugar.
Al utilizarse para cultivar músculo de pollo en el laboratorio, esta técnica dio lugar a estructuras musculares más fuertes y (aparentemente) mejoró tanto la textura como el sabor, lo que la hace ideal para la carne cultivada realista.
Para agilizar el proceso y que sea escalable, se diseñó un sistema robótico para ayudar a colocar estas redes de fibra. Según los investigadores, esto podría conducir a la automatización completa de este enfoque en un futuro próximo.
“Nuestro estudio presenta una estrategia escalable y descendente para producir carne cultivada de cortes enteros utilizando un biorreactor de fibra hueca perfundible. Este sistema permite la distribución, alineación y contractilidad celular, así como la mejora de las propiedades alimentarias”, declaró Shoji Takeuchi, autor principal de la Universidad de Tokio.
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Prefiero el trozo de carne de pollo cultivada cultivada por robot, por favor. (PD: El error ortográfico no fue nuestro). Crédito de la imagen: Shoji Takeuchi / Universidad de Tokio |
"La carne cultivada ofrece una alternativa sostenible y ética a la carne convencional. Sin embargo, replicar la textura y el sabor de la carne entera sigue siendo difícil. Nuestra tecnología permite la producción de carne estructurada con mejor textura y sabor, lo que podría acelerar su viabilidad comercial", añadió Takeuchi.
Sin embargo, podría ser un desafío ganarse el favor de los clientes. Una encuesta realizada en 2024 reveló que el 33 % de los estadounidenses ni siquiera estaban dispuestos a probar el pollo cultivado, lo que sugiere que muchos consumidores desconfían profundamente de lo desconocido en lo que respecta a la alimentación.
Más allá del sabor y la sensación de repugnancia de las personas, existen preocupaciones ambientales en torno a la carne cultivada en laboratorio. Algunas investigaciones sugieren que la producción de carne cultivada a gran escala podría liberar entre cuatro y 25 veces más emisiones de gases de efecto invernadero que la industria mundial de la carne de vacuno.
No obstante, las tiras de pollo cultivadas en laboratorio son solo una posible aplicación de esta nueva tecnología. En teoría, el sistema podría utilizarse para aplicaciones científicas, como la impresión 3D de órganos y la robótica blanda.
El nuevo estudio se publica en la revista Trends in Biotechnology.