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El nanoviolín puede parecer una creación pequeña y curiosa, pero sienta las bases para planes más ambiciosos. Crédito: Universidad de Loughborough, editado por IFLScience. |
Físicos han creado la imagen de un "nanoviolín" tan pequeño que podría caber en el grosor de un cabello humano. Esto no solo es una buena noticia para quienes se compadecen de sí mismos, sino que también demuestra las capacidades de un nuevo sistema de nanolitografía que permite a los investigadores construir y estudiar estructuras a escala nanométrica. Ayudará a los investigadores a identificar nuevos materiales y métodos para mejorar las futuras generaciones de computadoras.
El diminuto violín está hecho de platino y mide tan solo 35 micras (35 millonésimas de metro) de largo y 13 de ancho. Para ponerlo en perspectiva, un cabello humano suele tener entre 17 y 180 micras de diámetro, mientras que los famosos tardígrados (los adorables y resistentes microorganismos) miden entre 50 y 1200 micras.
“Aunque crear el violín más pequeño del mundo pueda parecer una tarea lúdica, mucho de lo que hemos aprendido en el proceso ha sentado las bases de la investigación que estamos llevando a cabo”, explicó la profesora Kelly Morrison, jefa del departamento de Física de la Universidad de Loughborough, en un comunicado.
“Nuestro sistema de nanolitografía nos permite diseñar experimentos que investigan los materiales de diferentes maneras (utilizando luz, magnetismo o electricidad) y observar sus respuestas. Una vez que comprendamos cómo se comportan los materiales, podremos empezar a aplicar ese conocimiento al desarrollo de nuevas tecnologías, ya sea mejorando la eficiencia computacional o encontrando nuevas formas de obtener energía. Pero primero, necesitamos comprender la ciencia fundamental, y este sistema nos permite hacer precisamente eso”.
¿Cómo crearon este microviolín? Morrison y sus colegas, la Dra. Naëmi Leo y el técnico de investigación, el Dr. Arthur Coveney, comenzaron recubriendo un pequeño chip con dos capas de resina, un material gelatinoso. El chip se colocó bajo el NanoFrazor, una herramienta de nanofabricación con una sonda calentada ultra afilada en la punta, que "escribió" eficazmente la imagen del violín en su superficie.
A continuación, se disolvió la resina del chip para exponer la capa inferior, dejando una cavidad con forma de violín. Se aplicó una fina capa de platino sobre el chip antes de un lavado final con acetona para eliminar los últimos restos de material. El resultado fue el violín terminado.
Todos estos procesos se llevaron a cabo en el entorno cuidadosamente controlado de una caja de guantes cerrada conectada a un conjunto de cámaras interconectadas. Esto se hizo para evitar que el polvo y la humedad afectaran la investigación. Para lograrlo, el chip se movió entre cámaras mediante brazos metálicos que los investigadores manipularon desde el exterior.
Ahora que el sistema está en funcionamiento, el equipo cree que podría crear un violín en unas tres horas, pero el producto final tardó varios meses en perfeccionar sus técnicas.
Actualmente hay dos proyectos de investigación que utilizan el nuevo sistema de nanolitografía (no se crean más instrumentos diminutos). Uno investiga alternativas al almacenamiento magnético de datos, mientras que el otro estudia cómo se puede utilizar el calor para un almacenamiento y procesamiento de datos más rápido y eficiente energéticamente.
"Estoy muy entusiasmado con el nivel de control y las posibilidades que ofrece esta configuración", dijo Morrison, y añadió: "Tengo muchas ganas de ver lo que puedo lograr, pero también lo que otros pueden hacer con el sistema".
Morrison ha creado un blog que detalla la creación del violín.
Fuente: https://www.iflscience.com/worlds-smallest-nano-violin-measures-less-than-a-hairs-width-but-could-lead-to-big-discoveries-79506