El Homo Naledi Tenía Manos Que Serían La Envidia De Los Escaladores

Es posible que H. naledi haya podido realizar "agarres engarzados"
Es posible que H. naledi haya podido realizar "agarres engarzados". Crédito: Emőke Dénes vía Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0)

 El Homo naledi, la especie humana extinta famosa en Netflix, tenía manos parcialmente adaptadas para trepar y parcialmente diseñadas para la artesanía, según revela una nueva investigación. Este hallazgo ayuda a llenar un vacío en nuestra comprensión de la evolución de la mano humana, sugiriendo que el hardware manual necesario para la fabricación de herramientas y otras tareas complejas comenzó a desarrollarse antes de que perdiéramos nuestra capacidad de agarre simiesca.

"Mucha gente piensa que simplemente hubo una transición desde que la mano se usaba para la locomoción hasta que, de repente, la perdimos y comenzamos a usar herramientas", dijo la autora del estudio, Samar Syeda. "Pero es probable que no fuera una transición tan lineal. Probablemente fue muy fluctuante, y es probable que los distintos homínidos realizaran ambos comportamientos con diferentes frecuencias", declaró a IFLScience.

Variables, en más de un sentido. Al comparar los huesos fosilizados de los dedos del Homo naledi con los de un homínido de 2 millones de años llamado Australopithecus sediba, los investigadores descubrieron que ambas especies poseían un mosaico de características humanas y simiescas, lo que revela cómo las manos de nuestros antepasados ​​les ayudaban tanto a manipular como a desplazarse.

Por ejemplo, el pulgar y el quinto dedo del A. sediba estaban bien adaptados para realizar agarres de fuerza que habrían facilitado la talla de sílex y otras actividades diestras, mientras que otros aspectos de la morfología de la mano eran más adecuados para la locomoción. El H. naledi, por su parte, mostraba una peculiar mezcla de características, ya que algunos dedos contenían huesos que parecían más humanos y otros más simiescos.

el pulgar y el quinto dedo del A. sediba estaban bien adaptados para realizar agarres de fuerza
El pulgar y el quinto dedo del A. sediba estaban bien adaptados para realizar agarres de fuerza. Foto: Tracy L. Kivell, Andrew S. Deane, Matthew W. Tocheri, Caley M. Orr, Peter Schmid, John Hawks, Lee R. Berger & Steven E. Churchill, CC BY 4.0 , via Wikimedia Commons

"Fue realmente sorprendente", afirma Syeda. "Así que tuvimos que considerar escenarios de comportamiento alternativos que resultaran en esa diferente carga [de los distintos huesos de los dedos], y lo más cercano que pudimos imaginar es cómo los humanos modernos escalan rocas". Más específicamente, los autores del estudio explican que las manos del H. naledi parecen estar bien adaptadas para realizar agarres de engarce, que suelen utilizar los escaladores.

Esta habilidad tiene sentido, dada la disposición de la cueva Rising Star en Sudáfrica, donde residió el H. naledi hace unos 300.000 años. "Es una cueva muy profunda y tiene un desnivel considerable, por lo que se predice que probablemente escalaban porque no había otra forma de entrar y salir", explica Syeda.

A pesar de esto, los autores del estudio se muestran cautelosos de no hacer afirmaciones definitivas sobre cómo usaban las manos los humanos antiguos. "Sin embargo, determinar si el H. naledi utilizaba habitualmente agarres de engarce y si los utilizaba para escalar superficies rocosas verticales requiere más estudios", escriben.

Lo que sí sugieren estos hallazgos es que existía una gran variación en la morfología de las manos entre los homínidos prehistóricos, lo que demuestra que la transición de manos simiescas a manos humanas no fue un proceso sencillo.

“Proponemos que esta variación refleja múltiples soluciones conductuales al uso manual manipulativo y locomotor entre hace aproximadamente 2,0 y 0,3 millones de años, en lugar de una trayectoria lineal hacia una mayor destreza”, concluyen los investigadores.


El estudio se publica en la revista Science Advances.

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