5 Razones Por Las Que Debes Usar Guantes Al Trabajar En Tu Jardín

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 La jardinería es una excelente manera de relajarse, ser uno con la naturaleza y ensuciarse las manos, pero acechando en ese ambiente agradable hay bacterias y hongos desagradables, con el potencial de causarte un daño grave. Por lo tanto, debemos estar atentos con guantes de jardinería y otras prendas de protección.

Los suelos contienen todo tipo de bacterias y hongos, la mayoría de los cuales son beneficiosos y hacen cosas útiles como descomponer la materia orgánica.

Pero así como hay bacterias patógenas que viven en tu cuerpo entre las útiles, algunos microorganismos en el suelo pueden causar daños graves cuando se les da la oportunidad de ingresar al cuerpo. Esto ocurre comúnmente a través de cortes, raspaduras o astillas.

Las plantas, el estiércol animal y el abono también son fuentes de bacterias y hongos que pueden causar infecciones.


1. Tétanos

Tradicionalmente, la infección más común y conocida es el tétanos, causado por Clostridium tetani, que vive en el suelo y el estiércol.

Las infecciones ocurren a través de la contaminación de cortes y raspaduras causadas por cosas en contacto con el suelo, como herramientas de jardín o espinas de rosas.

Afortunadamente, la mayoría de las personas se han vacunado contra el tétanos, lo que significa que incluso estás infectado, tu cuerpo puede luchar contra las bacterias para evitar que se agraven.

Los síntomas incluyen debilidad, rigidez y calambres, y las toxinas liberadas provocan parálisis muscular y dificultad para masticar y tragar, de ahí el término común para el tétanos de trismo.


2. Sepsis

Bacterias como Escherichia coli, Salmonella, Campylobacter jejuni y Listeria monocytogenes suelen estar presentes en los jardines como resultado del uso de estiércol de vaca, caballo, pollo u otro animal.

Las infecciones bacterianas pueden provocar sepsis, donde las bacterias ingresan a la sangre y crecen rápidamente, lo que hace que el cuerpo responda con una respuesta inflamatoria que causa shock séptico, falla orgánica y, si no se trata con la suficiente rapidez, la muerte.

Un caso de alto perfil ocurrió recientemente en Inglaterra, donde una abogada de 43 años y madre de dos niños murió cinco días después de rascarse la mano mientras trabajaba en el jardín.

También en Inglaterra hace varios años ocurrió el caso de una mujer pasó diez días en cuidados intensivos recuperándose de una sepsis severa, que se cree que fue causada por una astilla del jardín.


3. Legionelosis

Los charcos de agua estancados pueden contener Legionella pneumophila, la bacteria que causa la enfermedad del legionario, más comúnmente conocida por estar asociada con brotes de sistemas de aire acondicionado contaminados en edificios.

Las bacterias relacionadas, Legionella longbeachae, se encuentran en el suelo y el compost. En 2016 hubo 29 casos confirmados de legionelosis en Nueva Zelanda, incluido un hombre de Wellington que la contrajo al manipular la mezcla para macetas.

Se informaron otros diez casos en Wellington en 2017, nuevamente asociados con tierra para macetas. En Nueva Zelanda y Australia, Legionella longbeachae de mezcla para macetas representa aproximadamente la mitad de los casos reportados de enfermedad del legionario. Hubo alrededor de 400 casos totales de legionelosis en Australia en 2014.

La bacteria generalmente se inhala, por lo que se recomienda usar una máscara contra el polvo al manipular tierra para macetas y humedecer la tierra para evitar el polvo.


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La jardinería es en verdad placentera y relajante, solo recuerda cuidarte.


4. Melioidosis

Una preocupación adicional para los residentes del norte de Australia es una infección llamada melioidosis.

Estas bacterias (Burkholderia pseudomallei) viven en el suelo, pero terminan en la superficie y en charcos después de la lluvia, ingresando al cuerpo a través de cortes o raspaduras y, a veces, por inhalación o por beber agua subterránea.

La infección causa una variedad de síntomas, como tos y dificultad para respirar, fiebre o fiebre esporádica, confusión, dolor de cabeza y pérdida de peso, hasta 21 días antes de que se desarrollen.

En 2012, hubo más de 50 casos en el Territorio del Norte que provocaron tres muertes, y otro caso recibió publicidad en 2015.

Las medidas preventivas incluyen usar botas impermeables al caminar en lodo o charcos, guantes al manipular artículos embarrados y, si tiene un sistema inmunológico debilitado, evitar estar al aire libre durante una lluvia intensa.


5. Enfermedad del jardinero de rosas

Una infección relativamente rara es la esporotricosis, "enfermedad del jardinero de rosas", causada por un hongo (Sporothrix) que vive en el suelo y en la materia vegetal como los rosales y el heno. Nuevamente, las infecciones a través de cortes en la piel son las más comunes, pero también puede ocurrir la inhalación.

La infección de la piel conduce a una pequeña protuberancia hasta 12 semanas después, que crece y puede convertirse en una llaga abierta. En 2014 se notificó un brote de diez casos en el Territorio del Norte.

Aspergillus, generalmente Aspergillus fumigatus, y Cryptococcus neoformans son otros hongos que pueden causar infecciones pulmonares cuando se inhalan, generalmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados. Las actividades de jardinería, como dar vuelta al abono húmedo, pueden liberar esporas en el aire.

Por supuesto, hay muchos otros peligros en el jardín que no deben ignorarse, que van desde arañas venenosas, serpientes e insectos que pican, hasta pesticidas y fungicidas peligrosos, plantas venenosas y lesiones físicas por tensión, esfuerzo excesivo, quemaduras solares, alergias o herramientas de jardinería afiladas.

Así que disfruta de tu tiempo en el jardín, pero usa guantes, zapatos y una mascarilla contra el polvo si manipulas tierra para macetas o abono.

Y ten en cuenta que si te cortas o raspas y luego termina con signos de infección, no demores la visita a tu médico y asegúrate de informarle lo que has estado haciendo.

Y ahora que ya cuentas  con tus guantes y mascarilla para el polvo, ¿qué te parece una visita a esta clase maestra sobre cuidado de jardines?


Mark Blaskovich, investigador principal de la Universidad de Queensland.


Este artículo fue publicado originalmente por The Conversation

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