Por Qué El Pis De Gato Rociado Huele Tan Mal, Según La Ciencia

orina de gatos huele mal
Imagen de miezekieze en Pixabay
 

Amasar, ronronear, los pequeños cabezazos, ese chirrido que a veces hacen, son sólo algunas de las muchas ventajas de tener un gato en tu vida. ¿Rociando su orina de olor acre? No tanto. Pero, ¿por qué huele mucho peor que el pis normal de la caja de arena? Un nuevo estudio realizado por científicos de Japón tiene las respuestas.

El origen del potente aroma del spray gatuno lleva tiempo preocupando a los investigadores. Hace veinte años, el líder del proyecto, el profesor Masao Miyazaki, descubrió que la orina de gato contiene una gran cantidad de una proteína llamada cauxina (un nombre que proviene de la palabra japonesa que significa "curiosidad"), que contribuye a su olor distintivo.

Pero pregúntale a cualquier dueño de gato y te dirá que el olor es muy diferente dependiendo de si la orina está contenida dentro de la caja de arena o rociada contra una pared del jardín. Una sugerencia que se ha presentado es que la orina rociada puede contener sustancias químicas adicionales, posiblemente secretadas por el saco anal.

Miyazaki y sus colegas investigaron esto recolectando diferentes muestras de orina, pero no encontraron evidencia que respalde la hipótesis. Las muestras de spray y orina normal del mismo gato tenían un alto grado de similitud, lo que sugiere que ambas se originaron únicamente en la vejiga.

Eso todavía no explica por qué la nariz humana percibe estos dos tipos de orina como distintos entre sí. Sin embargo, una observación realizada mientras analizaban las muestras impulsó la investigación del equipo en una nueva dirección. Se dieron cuenta de que la orina del gato se "pegaba" al interior de las jeringas de plástico que estaban usando, una propiedad a la que los químicos se refieren como "humectabilidad".

Las muestras de spray y orina normal del mismo gato tenían un alto grado de similitud, lo que sugiere que ambas se originaron únicamente en la vejiga
Las muestras de spray y orina normal del mismo gato tenían un alto grado de similitud, lo que sugiere que ambas se originaron únicamente en la vejiga. Imagen de rihaij en Pixabay

"Generalmente, la humectabilidad de un líquido sobre una superficie sólida aumenta a medida que disminuye la tensión superficial", explicó el primer autor, Reiko Uenoyama, en un comunicado. "Basándonos en este conocimiento, planteamos la hipótesis de que la alta concentración de proteínas en la orina de gato podría reducir la tensión superficial de la orina de gato, mejorando la emisión de compuestos volátiles urinarios desde la gran superficie vertical sobre la que [se esparció la orina]".

La clave parece ser la proteína que Miyazaki identificó hace tantos años: la cauxina. Los experimentos demostraron que una solución de cauxina tenía una mayor humectabilidad que una solución similar que contenía albúmina, una proteína de la sangre de los mamíferos. La orina de gato con altos niveles de cauxina tenía una tensión superficial significativamente menor que la orina a la que se le habían eliminado las proteínas y se adhería más fácilmente a una superficie de vidrio vertical.

Luego, el equipo instaló dos jardines artificiales. En uno, un ladrillo fue rociado con orina de gato. En el otro, se vertió el mismo pis en el suelo y se cubrió. Ese olor tan familiar a gatito solo era detectable en la muestra rociada.

“La diferencia en los olores ambientales entre los dos jardines, a pesar de usar la misma muestra de orina, puede explicarse porque la mayoría de los químicos volátiles urinarios quedan atrapados en la estructura porosa del suelo arenoso. Este fenómeno no ocurrió en la orina adherida a la superficie del bloque”, explicó Miyazaki.

"Además, las gotas líquidas de orina rociada pueden secarse fácilmente en la superficie del bloque, lo que resulta en mayores emisiones de químicos volátiles de la marca olfativa rápidamente en comparación con la orina normal".

Entonces ahí lo tienes. El spray es el mismo pipí que los gatos suelen enterrar bajo la tierra o la arena. Es el acto de rociar en sí, facilitado por los altos niveles de cauxina, lo que brinda a los humanos desprevenidos una experiencia tan maloliente.

Son pequeños raros (y a veces apestosos)... pero todavía no nos cansamos de ellos.


El estudio se publica en el Journal of Chemical Ecology.

0/Post a Comment/Comments

Artículo Anterior Artículo Siguiente