 |
| Pez Cebra. Foto: Pixabay |
La microdosificación (ingerir regularmente pequeñas cantidades de una sustancia psicodélica) se ha generalizado.
Se cree que aumenta la productividad, despierta la creatividad o mejora la mentalidad abierta, la microdosis de drogas psicodélicas está ganando popularidad tanto entre los investigadores académicos como entre los interesados en experimentar.
Pero lo que las microdosis pueden ofrecer va más allá de sus capacidades para mejorar el estado de ánimo.
Usando el pez cebra y un nuevo método para la administración precisa y repetida de drogas, se está estudiando el LSD y los terpenos (sustancias químicas en las plantas responsables de su olor, entre otras cosas) en una serie de proyectos que exploran posibles tratamientos novedosos para las enfermedades mentales y el consumo de alcohol.
El pez cebra puede parecer una opción extraña para estudiar la salud humana, pero comparte el 70 por ciento de sus genes con nosotros y es un organismo no humano popular utilizado por los científicos para estudiar procesos biológicos. También son increíblemente sociales, lo que los hace muy adecuados para estudios de comportamiento en trastornos psiquiátricos y descubrimiento de fármacos.
Sin embargo, investigaciones anteriores sobre fármacos que utilizaron pez cebra han estudiado la administración "crónica": poner el pescado en una solución farmacológica durante semanas. Dado que los humanos requieren (como mínimo) algo de sueño, esta administración no puede reflejar con precisión los patrones de consumo humano.
CONTROL DE DOSIS
Para abordar esta limitación, desarrollaron un nuevo método para dosificar múltiples peces de manera precisa y eficiente para tiempos de exposición exactos. Al colocar un inserto en el tanque de vivienda, se pudo mover grupos de peces de su tanque de vivienda a un tanque de dosificación durante un período de dosificación preciso, imitando más de cerca la forma en que una persona podría consumir drogas o alcohol.
Para verificar que este nuevo procedimiento de dosificación podría tener efectos conductuales y neuroquímicos, completaron una serie de proyectos utilizando un nuevo método para examinar los efectos del alcohol y la nicotina.
Primero, probaron el pez cebra con una dosis diaria moderada o una dosis semanal de etanol durante tres semanas. Encontraron una diferencia significativa en la preferencia de ubicación en el grupo moderado diario en comparación con los controles durante un período de retiro, lo que implica que hubo cambios neurológicos.
Luego siguieron con un estudio que usaba dosis más bajas durante períodos de tiempo más cortos. Aquí, vieron una disminución de la audacia y un aumento del comportamiento similar a la ansiedad durante la abstinencia de la dosis más alta (al contrario de lo que se observa después de una dosis única aguda).
De manera similar, al probar el modelo con nicotina, encontraron nuevamente que las dosis agudas redujeron el comportamiento similar a la ansiedad, mientras que las dosis repetidas llevaron a un aumento del comportamiento similar a la ansiedad durante la abstinencia.
Para los humanos, tomar una bebida alcohólica o un cigarrillo puede disminuir la ansiedad, y se observa lo contrario en la abstinencia. El modelo de pez cebra es consistente con esto, lo que les ha dado a los investigadores la confianza de que se puede probar nuevos compuestos con posibles efectos terapéuticos en humanos.
 |
| Los investigadores han descubierto que el consumo de cigarrillos y alcohol ha aumentado durante la pandemia. Estas sustancias pueden reducir la ansiedad, pero la abstinencia de ellas puede aumentarla. Crédito de la imagen: Pixabay |
TERAPIAS POTENCIALES
Los terpenos son un grupo grande y diverso de compuestos aromáticos. Son responsables del olor, el sabor y la pigmentación de las plantas. Muchos terpenos, como los que se encuentran en el té, la hierba de limón, el cannabis y los cítricos, tienen beneficios médicos.
Descubrieron que el pez cebra dosificado de forma aguda con el terpeno limoneno (que se encuentra en las cáscaras de los cítricos y el cannabis) y el mirceno (que se encuentra en el cannabis y el lúpulo), mostró una reducción significativa en el comportamiento similar a la ansiedad. Una observación que puede ser clínicamente significativa es que, a diferencia de la nicotina o el alcohol, no se observaron efectos negativos después de dosis repetidas durante siete días, lo que sugiere un potencial adictivo mínimo o nulo.
Este estudio, junto con investigaciones anteriores, sugiere que los terpenos limoneno y beta-mirceno poseen efectos sedantes y ansiolíticos que tienen potencial como compuestos terapéuticos valiosos para el tratamiento de una variedad de afecciones de salud mental.
 |
| Hay un interés creciente en las microdosis de psicodélicos para aumentar la productividad y estimular la creatividad. |
INVESTIGACIÓN PSICODÉLICA DE LA PRADERA
Algunas de las investigaciones más influyentes sobre psicodélicos comenzaron en Saskatchewan en la década de 1950. El psiquiatra de origen británico Humphry Osmond usó LSD y mescalina para tratar el alcoholismo, con dosis únicas que mostraron una tasa de recuperación del 50 al 90 por ciento en dos años.
Sin embargo, mientras que Osmond tuvo éxito en los grandes tratamientos de dosis única, las administraciones agudas requerían un control continuo del paciente durante el "viaje" de siete a 15 horas para evitar cualquier daño que surja de la alteración del juicio. Desde una perspectiva terapéutica, esto requeriría mucho tiempo para los médicos y no es factible.
Aquí es donde entra en juego la microdosificación. Con el potencial de ser fácil y seguro, es posible que este patrón de exposición sea más relevante desde el punto de vista terapéutico, ya que las dosis son lo suficientemente pequeñas como para autoadministrarse de forma segura con la orientación adecuada de un médico.
CONOCIMIENTO FUTURO
En un primer estudio, microdosificaron repetidamente peces cebra con LSD. Usando pruebas de neurociencia del comportamiento para cuantificar la locomoción, la audacia y el comportamiento similar a la ansiedad, no observaron ningún impacto en el comportamiento después de 10 días de dosis repetidas. Al igual que con los terpenos, esto puede sugerir una falta de síntomas de abstinencia o potencial adictivo, lo que es alentador para la viabilidad clínica para su uso en humanos.
El estudio actual examina los efectos de las microdosis de LSD en los síntomas de abstinencia de alcohol, que es un problema creciente en la atención médica canadiense.
En Canadá, los efectos negativos del alcohol se sienten ampliamente. El trastorno del espectro alcohólico fetal sigue siendo la principal discapacidad del desarrollo en Canadá, y el daño por alcohol es una de las principales causas de lesiones y muerte. Les cuesta a los canadienses miles de millones de dólares en pérdida de productividad y es una carga para los sistemas judicial y de salud. El tratamiento y la rehabilitación pueden ser costosos, llevar mucho tiempo y atascarse en largos tiempos de espera, si es que son accesibles.
También se planean más investigaciones sobre otros psicodélicos, como la psilocina (el compuesto psicoactivo en la psilocibina, o "hongos mágicos"), con el objetivo de proporcionar evidencia científica para ayudar a determinar si estas sustancias deben usarse en ensayos clínicos más grandes en humanos.
Los psicodélicos pueden brindar ayuda, pero a pesar de la creciente evidencia de que el LSD y la psilocina no son adictivos y de bajo riesgo, siguen estando muy restringidos. Quizás con más investigación y el cambio continuo en la percepción pública, se podría ver una vez más que el LSD se usa como un tratamiento radical para la salud mental y la adicción.
Trevor James Hamilton, Profesor Asociado en Neurociencia (Departamento de Psicología), Universidad MacEwan
Este artículo se vuelve a publicar de The Conversation bajo una licencia Creative Commons.