Al parecer es delicioso. Imagen de Ralph en Pixabay |
Un nuevo estudio ha explorado los posibles beneficios para la salud de utilizar leche de yegua en el helado. El helado se compone tradicionalmente de leche de vaca y nata, pero al sustituirla por leche de yegua, descubrieron que era posible incorporar más bacterias beneficiosas a la mezcla.
Si llevas un tiempo trabajando en IFLScience, sabrás que no tenemos miedo de hacer preguntas raras sobre la comida. Desde huevos de pingüino hervidos (con albúmina invisible) hasta guiso de bisonte de 50.000 años de antigüedad y la viabilidad del queso de leche de ballena, lo hemos visto todo. Así que puedes imaginarte que se nos pusieron los ojos como platos cuando vimos un estudio sobre el helado de leche de yegua.
Si vas a ordeñar animales y batir el líquido para hacer postres deliciosos, tiene sentido buscar un margen de maniobra para que podamos hacer las cosas un poco más sanas. Una forma de lograrlo es con algo llamado inulina, un tipo de prebiótico que no se digiere en el estómago, pero alimenta las bacterias buenas del intestino.
Está compuesta de polisacáridos naturales y es un tipo común de fibra dietética que se agrega a los alimentos. Combinada con probióticos que introducen bacterias buenas en cosas como los yogures, puede guiarnos en el camino hacia un microbioma intestinal feliz.
Al sustituirla por leche de yegua, descubrieron que era posible incorporar más bacterias beneficiosas a la mezcla. Imagen de SorcerySoap HocusPocus en Pixabay |
La leche de yegua en sí misma puede ser una forma de introducir más valor nutricional al helado, ya que contiene proteínas y enzimas que no se encuentran en la leche de vaca y es más baja en grasa. El equipo detrás del delicioso estudio formuló diferentes mezclas de helado usando leche de yegua, inulina y bacterias de yogur para ver cómo influía en la composición del producto final en comparación con el helado de leche de vaca.
Las combinaciones de helado de caballo revelaron que la inulina podría reducir la acidez y que el helado con el prebiótico agregado tenía más bacterias beneficiosas que las variedades sin él. Aunque la acidez variaba, las mezclas de helado de leche de yegua tenían cantidades similares de proteínas, grasas y sólidos totales, y producían un helado adecuadamente cremoso. También se ha sugerido que la textura podría mejorarse aún más mezclándola con leche de vaca, creando una alternativa que todavía tiene menos grasa y más valor nutricional.
“La leche de yegua es mucho más similar a la leche humana que la leche de vaca. También causa menos alergias que la leche de vaca”, explicó la autora principal, la Dra. Katarzyne Skolnicka, a The Telegraph. “Además, la leche de yegua es una buena fuente de ácidos grasos poliinsaturados y otras sustancias bioactivas como la lactoferrina y la lisozima”.
“Se ha demostrado que la leche tiene efectos terapéuticos. Puede ser útil para el tratamiento o la prevención de trastornos del tracto gastrointestinal y del sistema respiratorio. Además, la leche de yegua exhibe propiedades inmunomoduladoras e influye positivamente en la composición de la microbiota intestinal”.
Entonces, ¿quién quiere una cucharada?
El estudio se publicó en PLoS ONE.