Olvídate de las flores y los chocolates, un poema escrito a mano o una comida casera elaborada: cuando se trata de tardígrados, parece que el romance es tan simple como un aroma. Los investigadores han descubierto la primera evidencia de que las criaturas microscópicas regordetas favoritas de todos utilizan señales químicas transmitidas por el agua para atraer y encontrar pareja.
Aunque los tardígrados hacen algunas travesuras sexuales bastante salvajes, se sabe relativamente poco sobre cómo atraen al sexo opuesto. Hay poco que distinga entre hombres y mujeres, lo que hace poco probable que estén involucradas señales visuales. En cambio, los investigadores recurrieron a la teoría de que los tardígrados podrían atraerse entre sí con olores atractivos.
Para encontrar la respuesta a su pregunta, el equipo construyó una “arena” sumergida en agua con dos cámaras adyacentes, una que contenía un tardígrado macho y la otra una hembra. Luego se colocó un tercer tardígrado entre los dos y los investigadores esperaron para ver cómo reaccionaba la minibestia del medio. Muévete Love Island, hay un nuevo reality show de citas en la ciudad.
Después de horas de observaciones, los investigadores concluyeron que la hembra secretaba un olor que atraía al macho. Los tardígrados machos colocados entre las cámaras deseaban alcanzar a la hembra e ignoraban al otro macho; las hembras podían captar el olor de ambos sexos, pero iban y venían entre los dos. Esto sugirió que, en el comportamiento previo al apareamiento, sólo los machos buscaban activamente al sexo opuesto.
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| Sólo los machos buscaban activamente al sexo opuesto. De Frank Fox - http://www.mikro-foto.de, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=20217348 |
Para determinar si los tardígrados podían seguir rastros olfativos en una sustancia distinta del agua, esta vez el equipo de investigación llevó a cabo más bien un experimento al estilo "del escondite" en una arena recubierta de agar, una sustancia gelatinosa. Primero colocaron un solo tardígrado en la arena y le dieron una ventaja de cinco minutos, antes de liberar a un miembro del sexo opuesto para que los encontrara.
"Se movían lentamente, pero mucho más de lo esperado", dijo en un comunicado la autora del estudio, Justine Chartrain, de la Universidad de Jyväskylä, Finlandia, y agregó que muchas de las criaturas habían explorado toda la arena. Esta vez, sin embargo, ni los tardígrados macho ni las hembras lograron encontrar al sexo opuesto, lo que sugiere que sólo captan señales químicas en ambientes acuáticos.
Cuando los tardígrados se encuentran, su vida sexual puede ser mucho más rica y variada de lo que cabría esperar. Si bien este estudio solo examinó los comportamientos de apareamiento entre machos y hembras, algunas especies marinas de estas criaturas casi indestructibles son bisexuales, mientras que a otras se les ha observado participar en juegos previos y lo que se describe mejor como sesiones maratónicas.
Si eso no ha borrado con éxito la linda y tierna visión de los tardígrados evocada por su apodo de “oso de agua”, no sé qué lo hará.
El estudio se publica en la Revista de Biología Experimental.