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| Imagen de Felix Lichtenfeld en Pixabay |
Se ha culpado a los videojuegos de muchos males sociales que en realidad no tienen nada que ver con ellos. Aún así, es innegable que ciertas comunidades de juegos en línea no solo permiten comportamientos tóxicos, sino que también fomentan la radicalización. Es importante comprender cómo y por qué es probable que algunos jugadores caigan en este camino, y los investigadores creen que se ha revelado un mecanismo potencial.
Se llama "Fusión de identidad", un concepto psicológico en el que los miembros de un grupo experimentan una conexión visceral con el grupo como una sola entidad. Cuando esto sucede, las personas comienzan a dar más importancia a los comportamientos y necesidades pro-grupo que a los suyos propios. Esto podría conducir a realizar actos que en realidad son perjudiciales para ellos mismos, como estar dispuesto a ser lastimado o incluso morir por el grupo.
El estudio encontró que este concepto puede explicar parcialmente el comportamiento observado en ciertas comunidades de jugadores. Los investigadores analizaron tres aspectos relacionados de este concepto. Aquellos que se identificaron fuertemente como jugadores tenían más probabilidades de luchar y morir por la cultura del "juego" y tenían más probabilidades de exhibir rasgos asociados con el narcisismo y la psicopatía. También eran más propensos a mostrar sexismo hostil y racismo extrínseco, así como comportamientos agresivos recientes. Esto era independiente de la afiliación política.
El tercero va en una dirección ligeramente diferente, preguntándose si diferentes comunidades de jugadores autoidentificados experimentan una fusión de identidad. Los investigadores compararon jugadores de Minecraft y jugadores de Call of Duty. Descubrieron que, si bien se observó fusión de identidad en ambos, era más probable que se encontraran comportamientos extremos en los jugadores de Call of Duty.
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| Los investigadores compararon jugadores de Minecraft y jugadores de Call of Duty .Imagen de flying flamingo en Pixabay |
“Sugerimos que examinar el impacto de los juegos a través de la lente de la fusión de identidad proporciona una idea del papel de la identidad en la propagación de ideologías extremistas, la radicalización, el reclutamiento y la movilización. La documentación adicional sobre el papel de la identidad en el extremismo no solo contribuirá a una comprensión teórica de los procesos subyacentes al juego, sino que también allanará el camino para el desarrollo de salvaguardas diseñadas para desalentar la toxicidad en los espacios de juego”, escribieron los autores en el artículo.
Los investigadores enfatizan las limitaciones del estudio: solo incluyó personas en los Estados Unidos y no se puede usar para predecir el comportamiento fuera de línea, incluido el reclutamiento fuera de línea por parte de extremistas. También enfatizan que solo comparar Minecraft con Call of Duty, aunque es informativo, no proporciona información importante sobre lo que hace que las dos comunidades sean diferentes. Más comparaciones entre juegos similares y diferentes podrían proporcionar más información.
El trabajo se publica en la revista Frontiers in Communication.