Puede que no te sientas bien en el momento, pero llorar puede tener beneficios autoconsoladores. Imagen de Victor UzihBen en Pixabay |
¿Alguna vez te han dicho que “llores un poco”? Parece un oxímoron, pero hay algo de verdad detrás de la idea de que llorar puede hacerte sentir mejor. Además de proporcionar una liberación del estrés y el dolor emocional, llorar puede liberar hormonas que te hacen sentir bien. Si has estado buscando un cartel para ponerte en Inside Out y perder Bing Bong de nuevo, este es el indicado.
¿Por qué lloramos?
El llanto es exclusivo de los humanos, ya que, si bien otros animales producen gotas lubricantes para los ojos, somos la única especie que las derrama por la cara en respuesta a estímulos emocionales. También creamos diferentes tipos de lágrimas. Tienes las lágrimas reflejas que surgen en respuesta a un irritante, las lágrimas continuas que actúan como un escudo y luego esas lágrimas emocionales reveladoras que te sorprenden en las bodas. Si bien el llanto emocional no cumple la misma función protectora que las otras dos, se ha descubierto que está relacionado con una variedad de beneficios para la salud.
¿Llorar es bueno para ti?
Según Harvard Health Publishing, el llanto emocional llena nuestro cuerpo de oxitocina, una hormona que produce el cerebro (específicamente el hipotálamo) y que nos hace sentir bien. A menudo se la promociona como una “hormona del amor” o “droga del amor”, y además de ayudarnos a establecer vínculos con los demás y generar sentimientos felices, puede incluso ayudar a sanar corazones después de un ataque cardíaco.
El llanto también libera endorfinas, que son un tipo de opioide endógeno. Estas hormonas están relacionadas con el alivio del dolor emocional y físico, la sensación de euforia, la resistencia al estrés e incluso la protección cardiovascular. Es posible, entonces, que el llanto actúe como un comportamiento autoconsolador ya que la liberación de endorfinas aumenta nuestra tolerancia al dolor, atenuando su intensidad de manera muy similar a lo que hacen los opioides.
Un estudio de 2007 midió la frecuencia cardíaca y respiratoria de 60 estudiantes mujeres que veían películas neutrales y tristes. Los datos revelaron que, si bien la frecuencia cardíaca aumentó antes del llanto, se desaceleró rápidamente después de que comenzó el llanto. El llanto también provocó una respiración más lenta que duró unos 4 minutos, lo que indica que, si bien el llanto actúa como una señal de socorro, también puede ser fundamental para restablecer el estado emocional y físico de la persona que llora.
El llanto también libera endorfinas, que son un tipo de opioide endógeno. Imagen de Amrulqays Maarof en Pixabay |
No lo reprimas
El afrontamiento represivo es el nombre científico que se le da a “reprimirlo”, y se ha descubierto que tiene varias consecuencias negativas. Un estudio de 2012 que llevó a cabo un metaanálisis de 22 estudios, que abarcaron a 6.775 participantes, “reveló asociaciones significativas entre el afrontamiento represivo, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, especialmente la hipertensión. Estos resultados refuerzan la noción del afrontamiento represivo como consecuencia del cáncer, así como su importante papel en el problema de la hipertensión”.
Entonces, ¿tienes los pañuelos listos?