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| Imagen de Dimitris Vetsikas en Pixabay |
Un estudio genético de gatos de todo el mundo ha ayudado a contar la historia de cómo los gatos fueron domesticados por personas que vivían en la antigua Mesopotamia hace unos 10.000 años.
Este fue un momento muy interesante en la historia humana, cuando las poblaciones comenzaron a cambiar de un estilo de vida móvil de cazadores-recolectores a asentamientos impulsados por una agricultura estable. Este cambio revolucionario ocurrió por primera vez entre los humanos que se asentaron en el Creciente Fértil, las áreas del Medio Oriente que rodean los ríos Tigris y Éufrates, que proporcionaron las circunstancias ideales para la agricultura asentada.
Asimismo, también resultó ser un momento muy útil para que los humanos comenzáramos a convivir con los gatos. La agricultura permitió a los humanos recolectar un excedente de alimentos, pero esto tenía una desagradable tendencia a atraer ratones y ratas. A su vez, los gatos comedores de roedores fueron atraídos a los asentamientos, donde sirvieron como antiguo control de plagas. Encantados por su ternura distante, los humanos decidieron traer gatos para sus muchas migraciones por el planeta.
En este nuevo estudio, los científicos de la Universidad de Missouri buscaron comprender esta historia mediante el análisis de 200 marcadores genéticos diferentes de gatos en el área de la Media Luna Fértil y sus alrededores, así como en toda Europa, Asia y África.
Esto mostró que los gatos fueron domesticados por primera vez en el Creciente Fértil, tal como se sospechaba, antes de migrar con los humanos por todo el mundo. Dondequiera que íbamos, nuestros amigos felinos se unían a nosotros.
El estudio genético también mostró que los gatos que actualmente viven en Europa occidental, por ejemplo, tendrán algunas diferencias genéticas significativas con respecto a los gatos que viven al otro lado del mundo, por ejemplo, en el sureste de Asia.
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| Los gatos fueron domesticados por primera vez en el Creciente Fértil, tal como se sospechaba. Foto de Magda Ehlers para Pexels |
Sin embargo, decir que los gatos están "domesticados" es un nombre un poco inapropiado: cualquier dueño de gato puede decirte que este animal no escucha las órdenes como un perro. Además, los gatos se han diferenciado genéticamente significativamente menos de sus ancestros salvajes que los perros de los lobos. De esta forma, son notablemente “más salvajes” que un perro.
“En realidad, podemos referirnos a los gatos como semidomesticados, porque si los soltáramos en la naturaleza, probablemente seguirían cazando alimañas y podrían sobrevivir y aparearse solos debido a sus comportamientos naturales”, autor del estudio y genetista felino. Leslie A. Lyons señaló en un comunicado.
"A diferencia de los perros y otros animales domesticados, en realidad no hemos cambiado tanto el comportamiento de los gatos durante el proceso de domesticación, por lo que los gatos una vez más demuestran ser un animal especial", explicó.
Varios estudios previos han analizado la genética de los gatos para ver cómo lograron dominar el mundo, llegando a conclusiones similares a las de esta última investigación. Sin embargo, los investigadores del nuevo estudio van más allá y argumentan que su trabajo sobre la genética de los gatos podría usarse para proteger a los gatos de enfermedades genéticas y condiciones hereditarias.
“Nuestros esfuerzos han ayudado a detener la migración y la transmisión de enfermedades genéticas hereditarias en todo el mundo, y un ejemplo es la enfermedad renal poliquística, ya que el 38 % de los gatos persas tenían esta enfermedad cuando lanzamos por primera vez nuestra prueba genética en 2004. ”, dijo Lyons. “Ahora ese porcentaje se ha reducido significativamente gracias a nuestros esfuerzos, y nuestro objetivo general es erradicar las enfermedades genéticas de los gatos en el futuro”.
El nuevo estudio fue publicado en la revista Nature Heredity.