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| Imagen de Orna Wachman en Pixabay |
Aquí hay algo extraño: un estudio en 2012 encontró que los humanos pueden decir si alguien es joven o viejo basándose solo en el olor.
En el estudio, los investigadores recopilaron los olores corporales de diferentes grupos de edad pidiéndoles que usaran camisetas en la cama durante cinco noches con almohadillas para las axilas para absorber el sudor. Luego, estas almohadillas se cortaron y se colocaron en frascos, que fueron olfateados por afortunados voluntarios de entre 20 y 30 años, a quienes se les pidió que calificaran el placer del olor y estimaran la edad del donante.
"Este experimento sugiere que, al igual que otros animales, los humanos son capaces de discriminar la edad basándose únicamente en el olor corporal, y que este efecto está mediado principalmente por los olores corporales emitidos por personas de edad avanzada", escribió el equipo en su estudio, y agregó que "el mecanismo detrás de este efecto no se conoce actualmente, incluso en animales no humanos".
El distintivo "olor a anciano" o "olor a hogar de ancianos" parece ser transcultural según el estudio. Se conoce como kareishu en Japón.
"Las personas mayores tienen un olor perceptible en las axilas que las personas más jóvenes consideran bastante neutral y no muy desagradable", dijo en un comunicado el neurocientífico sensorial y autor principal del artículo, Johan Lundström. "Esto fue sorprendente dada la concepción popular del olor de la vejez como desagradable. Sin embargo, es posible que otras fuentes de olores corporales, como la piel o el aliento, puedan tener diferentes cualidades".
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| El distintivo "olor a anciano" o "olor a hogar de ancianos" parece ser transcultural según el estudio. Imagen de Alexa en Pixabay |
Un estudio separado encontró que el componente 2-Nonenal que produce olor, "un aldehído insaturado con un desagradable olor a grasa y hierba", así como ciertos lípidos en la piel, aumentan a medida que las personas envejecen, lo que sugiere que tienen un papel en ese olor distintivo.
En cuanto al propósito de producir y poder detectar estos olores, el equipo de Lundström sugiere tentativamente que puede tener que ver con encontrar parejas adecuadas. El equipo señala que los insectos machos mayores son preferibles a los insectos más jóvenes, con un mayor éxito reproductivo, probablemente porque muestra que tienen cualidades de adaptación que les permitieron vivir hasta la vejez.
"Al igual que otros animales", agregó Lundström, "los humanos pueden extraer señales de los olores corporales que nos permiten identificar la edad biológica, evitar a las personas enfermas, elegir una pareja adecuada y distinguir a los parientes de los no parientes".
Se necesitan más estudios para descubrir la causa exacta del olor y qué ventaja podría tener para los humanos.
El artículo principal discutido fue publicado en la revista PLOS One.