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| Foto de Karl Solano para Pexels |
La cúrcuma, la especia de colores vibrantes que se usa en todo, desde curry hasta (por alguna razón) café con leche, a menudo se promociona como un alimento maravilloso, venerado por sus supuestas propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Pero, ¿es esta humilde especia todo lo bueno que parece?
¿Qué es la cúrcuma?
La cúrcuma proviene de los rizomas (tallos subterráneos de plantas) de la planta con flores Curcuma longa, parte de la misma familia que el jengibre, otra planta a menudo celebrada por su valor terapéutico.
El uso de la cúrcuma está bien establecido en Ayurveda y otros sistemas médicos tradicionales de la India, además de los sistemas médicos de Asia oriental como la medicina tradicional china. Si bien muchas de estas afirmaciones no están respaldadas por evidencia científica sólida, ciertamente hay un elemento de verdad detrás de las declaraciones de su valor medicinal y terapéutico, del cual la ciencia moderna ha tomado nota.
¿Qué es la curcumina?
Los beneficios para la salud de la cúrcuma se atribuyen en gran medida a los compuestos conocidos como curcuminoides, específicamente uno llamado curcumina. Además de proporcionar su característico color naranja, la curcumina es la principal sustancia bioactiva de la cúrcuma.
Sin embargo, solo hay cantidades minúsculas de este compuesto en la cúrcuma en tu especiero. Por peso, la curcumina constituye alrededor del 3 por ciento de la cúrcuma, por lo que necesitarías comer montones y montones de cúrcuma para consumir una cantidad significativa de curcumina.
Para empeorar las cosas, el cuerpo también lo absorbe mal. Para ayudar a que el compuesto ingrese al torrente sanguíneo, las personas a menudo consumen cúrcuma con pimienta negra. Este contiene piperina, un alcaloide que mejora la absorción de la curcumina y aumenta su biodisponibilidad en un 2000 por ciento. Si tomas curcumina como suplemento, algunos brebajes incluirán piperina u otro compuesto para aumentar su biodisponibilidad.
Muchos de los estudios citados por los defensores de la cúrcuma en realidad implican el uso de curcumina u otros curcuminoides, no de cúrcuma. También vale la pena considerar que a los participantes en estos estudios se les da una gran cantidad del compuesto, mucho más de lo que obtendrías del té de cúrcuma, por ejemplo.
Dicho esto, algunos estudios han indicado que la curcumina podría tener algunos beneficios para la salud. Algunos ensayos preclínicos han encontrado que la curcumina ejerce actividades antioxidantes, antiinflamatorias, anticancerígenas y neuroprotectoras.
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| Es la curcumina la que le da su característico color naranja. Foto de Jellybee para Pexels. |
¿Para qué sirve la cúrcuma?
Algunos estudios han encontrado que la curcumina puede mejorar los marcadores sistémicos de estrés oxidativo, que pueden estar relacionados con la inflamación. Sin embargo, todos estos estudios utilizaron algún tipo de formulación para superar los desafíos de biodisponibilidad de la curcumina.
Debido a sus supuestas propiedades antiinflamatorias, a menudo se sugiere que la curcumina podría usarse para tratar la artritis, una afección que causa dolor e inflamación en las articulaciones. Un estudio en la India vio a 45 pacientes con artritis reumatoide que recibieron curcumina y diclofenaco sódico (un fármaco antiinflamatorio no esteroideo) solos o en combinación. Todos los grupos informaron que sus síntomas habían disminuido, pero el cambio fue especialmente alto en el grupo de curcumina.
Otros fragmentos de evidencia sugieren que la curcumina puede ayudar a proteger contra una variedad de enfermedades, incluidas las enfermedades cardiovasculares, la demencia e incluso algunos tipos de cáncer.
Sin embargo, desafortunadamente, no hay mucha evidencia de alta calidad para respaldar algunas de las afirmaciones más elevadas de los vendedores de cúrcuma. Muchos de los estudios son muy pequeños y con poca solidez.
La Agencia Europea de Medicamentos dice que la cúrcuma se puede usar de manera segura para aliviar problemas digestivos leves, como sensación de saciedad y flatulencia. Sin embargo, no respaldan su uso medicinal para nada demasiado grave debido a la falta de evidencia clínica de alta calidad.
En los EE. UU., los Institutos Nacionales de la Salud adoptan una postura cautelosa similar y dicen que "no se ha llegado a conclusiones claras" sobre si la cúrcuma tiene algún valor real para las condiciones de salud.
"La cúrcuma y la curcumina tienen una variedad de actividades biológicas interesantes, pero son difíciles de estudiar porque la curcumina es inestable (se transforma fácilmente en otras sustancias) y tiene una biodisponibilidad baja (no llega gran parte al torrente sanguíneo) cuando se toma por vía oral". dice el NIH en su sitio web.
A fin de cuentas, la evidencia es escasa, especialmente cuando se trata de afirmaciones sobre el uso de la cúrcuma para tratar afecciones médicas graves. Sin embargo, la cúrcuma es un compuesto relativamente seguro para consumir; después de todo, es un ingrediente clave en los platos de la cocina asiática y sabe muy bien. Por lo tanto, siéntete libre de salpicar tu olla con muchas especias y calmar tu estómago lleno con un té de cúrcuma, pero no esperes que haga milagros.
Fuente: https://www.iflscience.com/is-turmeric-actually-that-good-for-you-64144