Seis Productos En La Comida Y En El Cuidado Personal Que No Son Tan Peligros Como Crees

6 productos que pensabas eran peligrosos pero no lo son

Mitos que se resisten a irse

Si bien los consumidores se han vuelto más conocedores de los productos químicos en los alimentos, la ropa y los productos para el hogar, a menudo es difícil distinguir la especulación de la ciencia.

Algunos productos químicos tienen asociaciones conocidas con el cáncer, el autismo y los problemas reproductivos, pero otros se han relacionado falsamente con efectos adversos para la salud (recuerda que puedes morir por beber mucha agua y que los plátanos son radiactivos pero requieres comer 7 millones de ellos de una para llegar a ser mortales).

Al igual que con cualquier químico, la toxicidad de una sustancia depende de la dosis y de la frecuencia de exposición de una persona.

Los siguientes productos químicos a veces se consideran "tóxicos" o "inseguros", pero en realidad no parecen presentar un riesgo para la salud humana.

1.- Alguna vez se pensó que el aspartame (edulcorante artificial) causaba cáncer, pero la evidencia científica sugiere que no es un riesgo para la salud.

El aspartame ha tenido una mala reputación a lo largo de los años por razones equivocadas.

La mayor parte de la preocupación pública en torno al edulcorante artificial tiene que ver con estudios en ratas que vinculan el aspartame con cánceres relacionados con la sangre como la leucemia y los linfomas. Tanto la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) han desacreditado estos hallazgos, diciendo que el aspartame es seguro para el consumo.

El verdadero problema con el aspartame es que se encuentra en los refrescos de dieta, que no son necesariamente saludables. La investigación ha demostrado que las gaseosas dietéticas pueden intensificar los antojos de azúcar e incluso provocar obesidad.

2.- Se rumoreaba que la sacarina alguna vez causaba cáncer, pero hay pocas razones para preocuparse.


Otro estudio en ratas provocó una asociación similar entre la sacarina, un edulcorante sin calorías vendido bajo la marca Sweet'N Low, y el cáncer. En la década de 1980, los productos con sacarina debían llevar una etiqueta de advertencia que indicara que el edulcorante estaba "determinado a causar cáncer en animales de laboratorio".

El estudio fue desacreditado luego de que los científicos descubrieran que las ratas eran propensas a desarrollar cáncer de vejiga. Docenas de otros estudios tampoco han encontrado asociación entre la sacarina y el cáncer.

En 2016, el Programa Nacional de Toxicología eliminó la sacarina de su lista de ingredientes que causan cáncer.

3.- El aluminio en tu desodorante no te causará cáncer de seno.


A fines de la década de 1990, un correo electrónico viral sugirió que el aluminio en los antitranspirantes podría estar causando cáncer de seno a las personas. El reclamo fue respaldado por una investigación preliminar, pero desde entonces se ha demostrado que es falso.

Tanto el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores de la Comisión Europea como la Sociedad Americana del Cáncer no encuentran un vínculo claro entre el cáncer de seno y los antitranspirantes que contienen aluminio.

La evidencia sugiere que nuestros cuerpos solo absorben pequeñas cantidades de aluminio de los antitranspirantes, lo que no es suficiente para ser considerado peligroso.

4.- Los parabenos en realidad pueden evitar que se formen bacterias dañinas en tu maquillaje.


En 2004, un pequeño estudio relacionó los parabenos, conservantes encontrados en productos de maquillaje y cuidado de la piel, con el cáncer de seno, pero su metodología era defectuosa. El estudio buscó evidencia de parabenos en el tejido de cáncer de seno existente, pero no identificó de dónde provenían ni si causaron o contribuyeron al cáncer.

También ha habido cierta preocupación de que los parabenos puedan alterar los sistemas hormonales de manera similar al estrógeno, pero los parabenos más comunes son mucho más débiles que el estrógeno natural del cuerpo.

La FDA no ha encontrado ninguna evidencia concreta de que los parabenos en cosméticos tengan un efecto en la salud humana. De hecho, los químicos ayudan a prevenir la formación de bacterias dañinas en tu maquillaje, loción o protector solar.


5.- No, el MSG no te dará dolores de cabeza.

En 1968, un investigador biomédico afirmó experimentar entumecimiento y palpitaciones del corazón después de comer en restaurantes chinos. La causa de sus síntomas, dijo, fue un aditivo alimentario llamado MSG, o glutamato monosódico (conocido por esta zona como Aji no Moto), que también se encuentra en carnes procesadas, papas fritas y vegetales enlatados.

En la década de 1990, la FDA encargó una revisión del aditivo y descubrió que MSG era seguro de consumir. La revisión también encontró que las personas que experimentaron dolor de cabeza, entumecimiento o somnolencia probablemente comieron grandes cantidades de MSG con el estómago vacío.

Aquí dejo un video muy bueno sobre el MSG:


Pero el estigma que rodea al MSG ha continuado: alrededor del 42 por ciento de los estadounidenses todavía intentan evitar consumir el ingrediente.

6.- Los sulfatos en el champú están bien, si aún no eres sensible.

Los consumidores conscientes pueden estar inclinados a comprar champú o gel de baño con la etiqueta "sin sulfato", pero hay pocas razones para temer a los sulfatos. Los ingredientes son un agente tensioactivo, esencialmente un jabón resistente que hace que sea más fácil atrapar el aceite y la grasa.

En la década de 1990, se pensaba que los sulfatos eran cancerígenos, una teoría que no está respaldada por evidencia científica. Las únicas personas que deberían preocuparse por ahora son aquellas con sensibilidades existentes, ya que los sulfatos pueden resecar e irritar la piel.

Este artículo fue publicado originalmente por Business Insider.

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