 |
| Imagen de DigitalRoo en Pixabay |
Probablemente te hayan dicho alguna vez que el petróleo proviene de los dinosaurios, pensando que cuando estás en una gasolinera estás echando velociraptor refinado directamente a tu Volvo. Por muy extendida que esté la creencia, no es cierta. El petróleo no se produce a partir de los cuerpos descompuestos de antiguos dinosaurios.
“Por alguna extraña razón, la idea de que el petróleo proviene de los dinosaurios ha calado hondo en mucha gente”, explicó el geólogo Reidar Müller, de la Universidad de Oslo, a Science Norway. “Pero el petróleo proviene de billones de diminutas algas y plancton”.
A medida que las algas y el plancton murieron hace decenas o cientos de millones de años, se hundieron en el fondo del mar, donde se acumularon y quedaron sepultados por capas y capas de sedimentos. Finalmente, tras millones de años en un entorno de alta presión y bajo oxígeno, las algas y el plancton se "cocinaron" y se convirtieron en ese petróleo negro y pegajoso del que los humanos aparentemente no podemos cansarnos a pesar de la amenaza de una emergencia climática. Desde aquí, se filtra hacia arriba hasta que choca con una roca que no puede atravesar, lo que requiere que los humanos la perforen (o algún otro desastre natural para liberarla).
Si bien los dinosaurios marinos, o un T. Rex que descubrió que sus brazos no estaban particularmente bien adaptados para nadar, podrían encontrarse en el fondo del océano después de morir, es poco probable que se conviertan en petróleo.
Esto se debe en parte a que se necesita un entorno privado de oxígeno para convertir la materia orgánica en petróleo. Una vez muertos, se habrían convertido en alimento para criaturas acuáticas más pequeñas, que los desmenuzaron hasta llegar a los huesos, mucho antes de que pudieran ser enterrados.
Fuente: https://www.iflscience.com/where-does-oil-come-from-because-it-isnt-dinosaurs-70746