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| EVENT HORIZON TELESCOPE/TAG HARTMAN-SIMKINS |
Hoy miércoles, el equipo detrás del Telescopio de horizonte de eventos (EHT) hizo historia al compartir la primera imagen de un agujero negro: una instantánea del horizonte de eventos de un agujero negro supermasivo en la galaxia M87.
Para lograr esa extraordinaria hazaña, habían superado innumerables obstáculos técnicos (era el equivalente a contar los hoyuelos en una pelota de golf en Los Ángeles desde Nueva York, según un video explicativo de EHT), lo que significa que cualquier imagen de un agujero negro habría sido un logro notable para la ciencia.
Pero la imagen que compartieron también es inspiradora por otra razón: confirma cómo los científicos predijeron que se vería un agujero negro basándose en la teoría general de la relatividad de Albert Einstein en 1915.
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| Einstein acertó nuevamente |
Einstein predijo que la gravedad puede deformar la estructura del espacio-tiempo. Basados en esa teoría, los científicos predijeron lo que debería hacer un agujero negro, que tiene una inmensa atracción gravitacional, a la luz que lo rodea, y cómo debería verse.
"El Telescopio Horizon del Evento nos permite por primera vez probar las predicciones de la Teoría General de la Relatividad de Einstein en torno a los agujeros negros supermasivos en los centros de galaxias", dijo el astrónomo de la Universidad de Arizona, Dimitrios Psaltis, en un comunicado de prensa. "El tamaño y la forma predichos de la teoría de la sombra coinciden notablemente bien con nuestras observaciones, lo que aumenta nuestra confianza en esta teoría de un siglo de antigüedad".
Saber que una imagen de un agujero negro de la vida real se ajusta a estas expectativas visuales (básicamente es un anillo brillante alrededor de un círculo negro) confirma que una de las teorías fundamentales de la física se sostiene en uno de los entornos más extremos del universo.
Y ahora, los científicos pueden avanzar con el conocimiento de que más de un siglo de ciencia se ha construido sobre una base sólida. En ese sentido, es difícil imaginar que la revelación del miércoles no causó un palpable suspiro de alivio de los físicos de todo el mundo.